Tallinn y Riga, dos capitales bálticas muy distintas

Dos capitales bálticas fascinantes, parecidas en algunas cosas y muy distintas en otras. Tallinn, capital de Estonia, vive asomada a su puerto y su pequeño casco antiguo medieval; Riga, capitalde Letonia,

Ya sea a bordo de un crucero o del ferry, llegar a Tallinn por mar es una experiencia encantadora. El centro es fácil de recorrer a pie. Todo gira en torno a la colorida plaza del ayuntamiento (Raekoja Platz), donde cada día se instala un mercado de artesanía. Las grandes atracciones son Müürivahe, la hermosa catedral ortodoxa de Alexander Nevsky, y el Castillo que se levanta en la colina de Toompea, pero hay más.

Un atractivo añadido a la visita a Tallin es la posibilidad de combinarla con una escapada a la vecina Helsinki. La capital de Finlandia está al otro lado del golfo, apenas media hora en barco. ¿Quién va a dejar pasar la ocasion de conocer dos capitales al precio de una?

Al contrario que Tallin, Riga tiene un área metropolitana más amplia y desorganizada, aunque conserva un barrio histórico realmente bonio y auténtico en la orilla oriental del río Daugava. Si en las afueras de la ciudad todavía hay que padecer la visión de los feos edificios de la época soviética, el centro de la ciudad brilla con una atmósfera de indudable sabor medieval.

Los highlights de Riga son la catedral ortodoxa de la Natividad de Cristo y el cinturón verde de las murallas que protegen el casco antiguo. Aquí la capital de Letonia se revela en todo su esplendor. Ciertamente no es tan perfecta y elegante como Tallin pero probablemente más genuina, pues está construido alrededor de la mayor iglesia medieval del Báltico.

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